Esponja blanda biodegradable y compostable de aproximadamente 12 cm, hecha 100% de luffa, concretamente de una variedad especialmente suave. Por ello, la convierte en la perfecta aliada en el baño para pieles sensibles, incluidos bebés.
La duración de la esponja es de 4 a 6 meses dependiendo de su uso. Si bien, para mantenerla en buen estado y libre de bacterias, cada cierto tiempo puedes hervirla durante 3-4 minutos.
¿Por qué una esponja natural?
Las esponjas vegetales cuidan y respetan tu piel. A diferencia de las esponjas sintéticas, son 100% naturales y libres de plásticos, ya que están hechas de luffa, un género de plantas con flor de la familia Cucurbitaceae. Son unas plantas trepadoras que dan una especie de calabazas alargadas, unos frutos que una vez maduros se convierten en un material fibroso, frutos conocidos como pastes, estropajos o esponjas vegetales. Así pues, la luffa es un producto que se cultiva, no se produce de manera industrial, respetando así el medio ambiente.
¿Has visto alguna vez un fruto de luffa?
Una forma natural de cuidar tu piel, mientras |
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RECOMENDACIONES:
Humedecer la esponja para conseguir una mayor flexibilidad, añadir el jabón y lista para que puedas utilizarla de tu forma habitual.
Para una mejor conservación, aclarar después de cada uso y dejar secar al aire. Mantenerla en un lugar seco.
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